
El Ferrari 512M (Modificato) es uno de los autos más emblemáticos jamás creados por la casa de Maranello. Representa la evolución final del Ferrari 512S, optimizado para hacer frente a su feroz competencia en la cúspide de las carreras de resistencia de principios de los años 70. Nacido para luchar contra titanes como el Porsche 917, el 512M es una obra maestra de ingeniería y pasión italiana.
Breve Historia y Contexto
En 1969, tras el cambio de normativa en el Campeonato Mundial de Marcas que permitía a fabricantes inscribir vehículos de hasta 5 litros si producían al menos 25 unidades, Ferrari respondió con el 512S. Sin embargo, pronto quedó claro que no era suficiente contra la impresionante maquinaria alemana. A finales de 1970, Ferrari evolucionó el proyecto: el 512M nació como una versión más ligera, potente y afinada para cerrar la brecha que Porsche había abierto con su 917.
La “M” de su nombre viene de “Modificato”, reflejando las profundas modificaciones respecto a su predecesor.
Unidades construidas
De entrada, sólo 25 chasis del 512S fueron construidos en 1970 para cumplir la homologación FIA.
De esos, 19 unidades fueron convertidas a 512M en el último trimestre de 1970. Ferrari hizo esta conversión directamente, aunque varios equipos privados también modificaron sus propios 512S a especificaciones M.
Por lo tanto:
- Unidades oficiales del 512M: 19.
- Conversión privada posterior: algunas adicionales (número no oficial, estimado en 4 a 5).
En cualquier caso, es un automóvil extremadamente raro.

Diseño y aerodinámica
El diseño del 512M fue refinado para mejorar la aerodinámica, que era un talón de Aquiles del 512S. Pininfarina contribuyó en la revisión, aunque la carrocería era mucho más funcional que estética.
Entre los cambios más notables:
- Nueva carrocería en aluminio más ligera y rígida.
- Reducción considerable de peso respecto al 512S (unos 100 kg menos).
- Frente mucho más bajo y afilado para mejorar la penetración aerodinámica.
- Se adoptaron faros carenados bajo cubiertas transparentes.
- Colín trasero más limpio, con menor resistencia al avance.
- Tomas de aire revisadas para optimizar el enfriamiento.
Visualmente, el 512M es más agresivo, plano y fluido que el 512S, acercándose al lenguaje de competición extrema que dominaba Le Mans.

Motor y características mecánicas
El corazón del 512M es una verdadera obra de arte:
- Tipo: V12 a 60° atmosférico
- Cilindrada: 4.993 cc (5.0 litros)
- Potencia máxima: 610 CV a 9.000 rpm
- Par motor: Aproximadamente 550 Nm a 6.500 rpm
- Relación de compresión: 11.5:1
- Alimentación: 2 válvulas por cilindro, inyección mecánica Lucas.
- Lubricación: Cárter seco.
- Transmisión: Manual de 5 velocidades.
El motor era una evolución del 512S, profundamente optimizado:
- Nuevas culatas de flujo cruzado.
- Colectores de escape más eficientes.
- Mejora en la fiabilidad general del propulsor.
La banda sonora del 512M, con su V12 girando a casi 9,000 rpm, es simplemente legendaria.

Prestaciones
Gracias a su potencia y menor peso (unos 815 kg), las cifras del Ferrari 512M son espectaculares:
- Velocidad máxima: 340 km/h (211 mph)
- Aceleración 0-100 km/h: alrededor de 3.2 segundos
- Aceleración 0-200 km/h: menos de 9 segundos
En pruebas de la época, el 512M llegó a ser cronometrado en Le Mans superando los 340 km/h en las Mulsanne Straight, rivalizando directamente con el Porsche 917.
Suspensión
La suspensión estaba diseñada para ofrecer máximo control en circuitos de alta velocidad:
- Delantera: Doble horquilla, muelles helicoidales, amortiguadores telescópicos y barra estabilizadora.
- Trasera: Doble horquilla, muelles helicoidales, amortiguadores telescópicos, barra estabilizadora.
Era un esquema independiente en ambos ejes, crucial para mantener la estabilidad a más de 300 km/h en las largas rectas de circuitos como Le Mans o Monza.


Frenos
El 512M contaba con un sistema de frenos de competición:
- Tipo: Discos ventilados en las cuatro ruedas.
- Fabricante: Girling (de alto rendimiento).
- Sistema: Circuito hidráulico de doble línea independiente.
Estos frenos eran capaces de soportar las exigencias extremas de las 24 Horas de Le Mans, ofreciendo una potencia de frenado brutal para la época.
Equipamiento
El 512M era un auto de carreras puro: sin concesiones al confort.
Equipamiento estándar:
- Jaula antivuelco de competición integrada en el chasis.
- Instrumentación esencial: tacómetro, presión de aceite, temperatura de agua y aceite.
- Volante desmontable de tres radios.
- Arneses de seguridad de competición.
- Asiento tipo bucket en fibra de vidrio.
- Extintor de incendios integrado.
No existían elementos de confort como aire acondicionado, radio, ni mucho menos sistemas eléctricos auxiliares.

Precio de época
En su momento, el Ferrari 512M costaba aproximadamente $22,000 dólares en 1970, solo como chasis “rolling”, sin preparación específica de carrera.
Un precio astronómico para su época, aunque todavía inferior a lo que Porsche cobraba por un 917 completo.
Valoración actual
Hoy en día, el Ferrari 512M es un santo grial para coleccionistas de autos históricos. Dado su número extremadamente limitado y su importancia histórica, su valor ha explotado:
- Precio en subastas recientes: entre $12 millones y $16 millones USD.
- Algunos ejemplares perfectamente restaurados o con historial en carreras como Le Mans o Daytona han llegado a superar los $18 millones.
Ferraris de esta época, sobre todo los prototipos deportivos, se consideran casi más valiosos que los Fórmula 1 de su tiempo.
Pruebas modernas y presencia en Internet
A pesar de su rareza, algunos 512M han sido probados en medios de comunicación especializados en autos clásicos:
- MotorTrend realizó una prueba de un 512M en un reportaje de autos históricos, destacando su salvaje entrega de potencia y su sonido celestial.
- Petrolicious filmó un hermoso video documental de un 512M original rodando en carreteras abiertas, enfatizando su pureza mecánica.
- Goodwood Revival suele exhibir unidades de 512M en acción, participando en carreras históricas junto a otros prototipos de la era.
- Drive Tribe y Top Gear Classic han hecho reportajes escritos sobre la historia de la lucha entre el 512M y el Porsche 917.
Muchos de estos materiales destacan que el 512M no era simplemente una respuesta improvisada al dominio alemán, sino uno de los coches más equilibrados y exquisitos jamás construidos por Ferrari.